¿Quién soy yo? Soy una ráfaga de viento, una ola del mar, un grito, una tormenta, un huracán, simplemente soy naturaleza…

Una naturaleza que cruelmente exige ser libre, ser quien quiere ser, sin oposiciones.

Quizás sea esto lo que José de Espronceda percibía mientras escribía con sutil violencia su obra maestra: “La canción del pirata”.

En este componimiento se recogen todos los temas cruciales del Romanticismo español, es decir, la evasión en el espacio y en el tiempo, el irracionalismo, el nacionalismo pero, en particular, la ansiedad y la necesidad de ser libre e independiente sin más y a pesar de todo, pase lo que pase.

Este aspecto que acabo de mencionar hace que este poema todavía siga siendo vivo, que todavía tenga la posibilidad de alzar, con solemnidad, la voz de los que son marginados de la sociedad sólo porque esta no es capaz de otorgarles la felicidad y la libertad que merecen como seres humanos.

La Canción del pirata, además de ser el manifiesto del Romanticismo español, es también, de igual manera, el manifiesto de las almas perdidas en los meandros de una sociedad abrumadora, que adormece los sentidos de los seres humanos, tratando de sujetar su esencia, haciendo que sean infelices sin darse cuenta.

<<Que es mi barco mi tesoro,

que es mi Dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar>>

Los versos que se acaban de mencionar pertenecen al estribillo que se repite cinco veces a lo largo del poema y en él se incluyen las temáticas fundamentales de la obra, reconducibles claro, a la principal: la libertad.

El poeta entonces afirma que su única posesión es su barco, su único dios es la libertad, su única ley es la de la naturaleza y al final con un verso que casi parece gritar con vehemencia anuncia que su única patria es la mar.

De estos versos se desprende la enorme y desafortunadamente inefable necesidad de librarse de las convenciones y de las leyes sociales que hacen en pedazos su alma.

Es aquí en este concepto que el componimento de Espronceda resulta ser probablemente uno de los más actuales de la historia de la literatura europea, porque refleja y expresa necesidades, faltas y desalientos que interesan particularmente la sociedad en la que vivimos hoy en día.

En conclusión, cabe añadir que los aspectos mencionados anteriormente nos ayudan a entender aún más cuánto el poder de la literatura, en este caso de la poesía, pueda echar una mano al hombre a la hora de comprender su yo, su alma, su espíritu, haciendo que no se sienta solo en la perpetua y nefasta batalla contra las injusticias y las opresiones de la sociedad.