Este tétrico baile se escenifica con motivo de la Procesión del Jueves Santo desde hace más de 300 años

En la región de El Baix Empordà situada en Girona encontramos el pequeño municipio de Verges. Un pueblo de poco más de 1100 habitantes con origen medieval que todavía mantiene en buen estado su iglesia y su castillo, situados en el centro del casco histórico.

La fama del lugar se debe a que es la única población catalana que conserva la escenificación de la Danza de la Muerte, una representación teatral que se desarrolla en Semana Santa en las calles de Verges, concretamente durante la Procesión del Jueves Santo.

Al ser el único municipio que sigue celebrando a día de hoy esta danza medieval, recuperada en Verges el siglo XVII, se declaró Fiesta Patrimonial de Interés Nacional en el año 1983. Alcanzan así fama internacional por ser una costumbre única y ancestral, herencia de la Edad Media española y europea.

El origen de la Procesión de Verges, se encuentra en un testimonio documentado en el año 1666, cuando se hace una referencia a la Procesión de Jueves Santo.  Ese Ritual de la Danza de la Muerte, hunde sus raíces en la Europa que fue devastada por la peste negra entre los siglos XIV y XVII. La danza indica el paso inexorable de todos los hombres hacia la muerte.

Cada Jueves Santo, a eso de las 17 h de la tarde, se inician los actos  con el Desfile de las Manages (romanos) que durante dos horas recorren el pueblo en busca de las imágenes que luego formaran parte de la procesión.

Un poco más tarde, a las 22 h, comienza la primera parte del Misterio de la Pasión o Procesión de Verges, que transcurre en un escenario junto a la Plaza Mayor donde se escenifican los episodios de la vida pública de Jesús. Después, a las 00 h, comienza la Procesión en sí, donde se representan las escenas del recorrido de Jesús hasta el monte del Calvario. Todo el recorrido está iluminado por antorchas y caracoles de aceite creando una atmosfera oscura. Mientras transcurre la Procesión, tiene lugar la Danza de la Muerte, quizás el momento más característico de esta celebración. Son cinco esqueletos los que bailan al ritmo de un tambor creando un ambiente tétrico.

Como dato curioso, uno de los momentos más destacados de la Procesión y Danza de la Muerte de Verges, es el paso de la procesión por la calle de los Caracoles. Pues está ambientada de una forma muy singular con caracoles de aceite que iluminan la calle.